Un
ruido sordo en una noche sin luna. Regresar a casa por una calle sin vida a
causa del miedo. Mi prima, un ejemplo de las quince personas que ya nunca
volvería a ver
nadie. Una gélida brisa que eriza los pelos de la nuca húmedos de sudor. El momento en que
te invade una angustia en el pecho que te impide gritar. Un silencio que
susurra una melancólica despedida por trasnochar en una lúgubre taberna. La visión de la
locura demenial en unos ojos verdes, antes de apuñalarte y ver cómo te sonríe con
decadenca tu propia muerte.
Valvanera SUANES (1º bachillerato)
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